miércoles, 16 de septiembre de 2009

18. Llanto

No tenía nada que hacer, Aly seguía dormida, mi madre no llegaría hasta mañana y Hallie y Andres se traían algo entre manos. Hubiera optado por leer pero no quería provocarme más sueños ridículos y menos si sabía que nunca se harían realidad, mínimo lo de bailar en pareja, Andres detestaba hacerlo; por supuesto que él siempre me había preguntado si quería bailar pero yo inmediatamente me negaba al ver su cara de reproche.
A mí se me hacía de lo más romántico el hecho de bailar, cada vez que no podía dormir, ponía mi CD favorito y comenzaba a dar vueltas imaginado que danzaba con mi príncipe azul- en este caso Andres- aunque en realidad “bailaba” con mi peluche más grande.
No pude callar mis risas cuando recordé los muchos moretones que me había dado por cerrar los ojos mientras daba volteretas; Aly se movió un poco, tratándose de acomodar nuevamente, supongo que no lo logro. Empezó a estirarse y con sus pequeños puños se talló sus ojos.
-¿Ya llegó mamá?- pregunto adormilada
-No nena
-¿Y cuándo va a venir?
-Mañana, ¿por?
-Es que la extraño- contestó entre sollozos
-…- ¡no sabía que contestar!, digo, yo no estaba lista para que llegara una niña pequeña y llorara enfrente de mí, lo único que hice fue abrazarla- ya, no llores, mañana llega
-Ujum…
¡Chin!, y ¿ahora?, que se supone que debo hacer…- pensé rápidamente en mis posibilidades, en realidad en la única posibilidad: llamar a Hallie.
Saqué mi celular y le llamé.
-Bueno -contestó al segundo toque
-Hall, Aly está llorando, ¿¡¿qué hago?!?
-¡Abrázala!
-¿Y luego que hago para que no llore?
-Espera a que se calme un poquito.
-Hall..!- gruñí impaciente
-Cuenta hasta diez y pregúntale por que llora.
-Ya sé por qué llora, ¡lo que quiero saber es como callarla!- grite desesperada mientras cargaba a la niña hasta la sala. Su llanto entalló y entre en pánico.
-¡Ya! Cálmate si, cuando tú te desesperas ella va a llorar más, ¿ok?- dijo bruscamente
-De acuerdo, de acuerdo, me voy a tranquilizar
-Cuenta hasta diez- escuche la leve voz de Hall entre los sollozos de la niña.
-Uno, dos, tres…- empecé a contar.
Aly trato de llorar más pero le gano la curiosidad y se cayó para dar paso a mi voz.
-Siete, ocho, nueve y diez- finalice definitivamente más relajada.
-Muy bien, supongo que Aly ya dejo de llorar, ¿verdad?, ya no la escucho.
-Sipi
-Ok, bueno te tengo que dejar porque mis hermanitos ya se están peleando de nuevo, chao. ¡Ah! Si, recuerda que me tienes que decir en qué lugar estas
-Adiós- cerré mi celular y mire a Alyssa- ¿y ahora que te esta pasando?
Ahora Aly reía, seguramente por mi cara.
-¡Eh!, que, ¿ahora te vas a burlar de mi?
Las risas explotaron cuando movió su cabeza de arriba para abajo, afirmando de qué se estaba burlando de mí.
-Ay nena…- dije con un suspiro.
Pronto esto se haría más común, no cabía duda de eso, pero si quería quedarme con mi novio tendría que acostumbrarme.
Ya que- me resigne en silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario