jueves, 6 de agosto de 2009

16. Cereal

-Clo
-Cinco minutos más- respondí medio dormida
Sentí como un pequeño bulto se subía en mi.
-Clo, tengo hambre- dijo Aly
Abrí los ojos y me di cuenta de lo tarde que era
-Ay voy nena
Me levante y fui a la cocina, revise rápidamente las opciones y le serví cereal
-Ten
-Este no es el mío- reclamo mientras hacía a un lado el plato
-Pero Aly… es el único que hay
-Pero ese no es mío, es de papá
-De acuerdo, pero no hay otro, ¿Qué te parece si te lo comes y al rato vamos por el tuyo?
No respondió, simplemente sacudió la cabeza.
-Vístete y vamos a comprar el tuyo
-Sip- dijo triunfante
Se levantó y fue a su cuarto. Yo no me cambié, traía un pants azul y una playera sencilla así que solo me puse una chamarra y los primeros zapatos que vi.
-¡Ya! Vamos- dijo Aly
Caminamos una cuadra hasta la tienda más cercana.
-A ver… ¿Cuál es tu cereal?
-Ese- dijo señalando una caja café
La tomé, pagamos y nos fuimos.
-Oh oh- él chico de ayer, Zeth, creo… venía caminado a una cuadra, al parecer también iba a comprar algo- ven nena
La tomé en brazos y me fui en dirección contraria
-Por aquí no es- dijo confundida Alyssa
-Si ya se pero quiero tomar un camino diferente
Empezaba a correr cuando Aly descubrió la presencia del chico.
-¡Mira! ¡Es Zet! ¡Hola!- gritó en dirección a él
¡No podía ser! ¡Yo todavía estaba en pijama!
Zeth se dio cuenta de nuestra presencia y corrió hacia nosotras, Aly sonrió al ver que su saludo había funcionado.
-Hola- saludo cortésmente mientras Aly le hacía un gesto con la mano
-Eh… hola
-¿Comprando cereal?- preguntó mientras señalaba la bolsa
-Ah sí, se acabo- después de una breve pausa continúe- bueno, creo que debemos irnos
-Ah claro, adiós
-gusto en verte- me despedí
Retomé el camino habitual a casa, una vez en ella le di cereal a Alyssa, quien se lo comió sin objeción.
-Vaya lió- susurré
-¿Eh?
-Nada peque, sigue comiendo.

Un mes!!!

yupi!!
Hoy se cumple un mes de que inicie el blog!! =D jaja
Gracias a las personas que leen mis locuras jaja tmn gracias a las que me dan opiniones sinceras de mi historia!!

miércoles, 5 de agosto de 2009

15. ¡Hallie!

Andrés insistió en acompañarnos pero, aun que yo quisiera eso iba a confundir a Alyssa más de lo que ya estaba así que regresamos solas a casa. Calenté un poco de la comida que Meg nos había dejado y se la di a Aly.
-¿ya no tas enojada con Andes?- pregunto tiernamente mientras comia.
-Pues… supongo que si
-y ¿pod que lo abrazaste?
-Porque así saludo a mis amigos y ahora él es un amigo.
-Ah- y se concentró nuevamente en su plato
Eso era lo bueno de ella, le contestabas una cosa y no volvía a sacar el tema.
Nos pasamos el resto de la tarde jugando, cuando durmió la lleve a su cama y siguió durmiendo plácidamente.
Tenía que reclamarle a Hall por no haberme dicho que Andrés estaba aquí así que tome el teléfono y le marque.
Un timbre… dos timbres… tres timbres…
-Hola- contestó tímidamente la voz de un niño
-Hola Jack, ¿está Hallie?
-Sí, pero dice que no esta
-Jack, ¿me harías un favor?
-Ajam
-Ve donde esta Hallie
-Ya
-Ahora presiona el altavoz, es el botón naranja del teléfono
-Listo- dijo satisfecho el pequeño
-¡¿qué estás haciendo?!- pregunto Hall angustiada
-¡HALLIE!- grite- ¡Como se te ocurre!
-Jack puedes cerrar la puerta al salir- murmuro
-¡Quiero respuestas!
-espera, deja quitó el altavoz- se escucho un breve silencio y continuo- listo
-Ahora ¿podrías decirme como es que Andrés sabía que estaba en el parque?
-Ahh… eso…
-Si eso- recalqué
-Es que me pareció muy romántica la idea- suspiro a mitad de la frase
-Sí pero ¿tienes idea del susto que me pego?
-Perdón- susurró
-Además me llegó por detrás y ya sabes que no me gusta
-Pero si te agrado que fuera, admítelo
-Si está bien, lo admito, pero…
-Nada nada, no acepto peros – se burlo
- bueno, ya
-Y ¿Cómo te va con Alyssa?
-Bien supongo- me reí tímidamente al recordar el incidente el moño
-¿Qué paso?- dijo ansiosa por saber, ¡como me conocía tanto!
-Nada
- Eso no fue nada señorina
-En verdad no paso nada, solo que se perdió un moñito- respondí entre risas
-¿Segura?
-Sí, bueno no, cuando llegue te cuento los detalles
-Más te vale
-Bueno ya me voy a bañarme y luego a dormir, luego hablamos
-Ok bye, ahh, se me olvidaba… mañana hay otra sorpresa para ti
-¡¿Qué?!- grité pero fue inútil, ya había colgado
Sabía que si llamaba de nuevo no me iba a contestar, así que lo deje por la paz y fui a bañarme.

lunes, 3 de agosto de 2009

14. Sorpresa

Cargue a Aly en mis brazos, y nos dirigimos a la casa. A la mitad del camino me di cuenta de que Alyssa solo traía uno de los moñitos que adornaban su peinado.
-¿Y tu moñito nena?
-No se
-¿crees que tu dedito pueda aguantar un ratito más?
-si, cleo que si
Di media vuelta para buscar el moñito rosado.
En cuanto entramos a parque nuevamente, Aly se fue a los columpios y como si no se hubiera machucado su dedo, se dispuso a jugar.
Sonó mi celular y con un movimiento rápido lo conteste podía ser mamá, ese pensamiento se borro fácilmente cuando vi quien llamaba; era Hall.
-¿Qué pasa?
-¿Dónde estás?- pregunto llena de emoción
-En el parque buscando un moño- reí para mis adentros- ¿por?
-Nada mas, suerte en encontrarlo- y colgó, ya que.
La búsqueda no fue eterna, empecé por los columpios y seguí con el pasto.
-¿Estas buscando algo?- preguntó intrigado un muchacho- parece que si
-Sí, es un moñito rosa- confesé mientras miraba a Aly de lejos- aun que parece que alguien se…
-¿es este?- pregunto el chico con entusiasmo, mientras señalaba el moño en la mano de su amigo- lo encontramos tirado en los columpios
-Ay, si gracias- dije mientras extendía a mi mano para recibirlo- ¿no creen que son un poco grandes para jugar en los columpios?- pregunte con tono irónico
-No – contesto el segundo chico con una sonrisa
Su voz me resulto muy familiar, aun que no lo había visto nunca, de eso estaba segura. Alyssa volteo en ese instante y cuando vio su moño regreso hacia mí.
-…- los dos muchachos miraron sorprendidos a mi hermana, quien me quito de las manos su preciado adorno.
-Aly… dale las gracias a… a…
-Zeth- respondió entre risitas el primer muchacho
-Zeth- afirme confundida
No entendía de qué se reía, tal vez de cómo me quito el moñito Alyssa… Busqué en su amigo la respuesta, justo cuando me di cuenta de la cara que traía puesta él. Solté una risa y él pareció darse cuenta de que lo miraba, se sonrojo y miro para otro lado.
-Gradcias Zet- dijo con delicadeza Aly
- Y bueno…- empezó Zeth a decir
-¿Te conozco?- le pregunte ansiosamente al otro chico sin poder evitarlo, me moria de ganas por saber.
Y cuando estaba a punto de contestar escuche una respiración muy cerca de mi.
-Hola- dijo la voz más hermosa que podré conocer, mientras me abrazaba por detrás.
Yo me sonroje hasta no poder más y Alyssa jaló mi pantalón buscando una explicación.
-Andrés- susurre
-Es mejor que nos vayamos- respondió avergonzado Zeth- Gusto en conocerte, y a ti también pequeña- añadió mirando a Aly
Con un gesto rápido de mano se despidieron.
-¿y tú qué haces aquí? – continuaba sorprendida por su repentina aparición
-mmm… Nicole se enfermo y regresamos
-Ay, no, pobrecita - murmure mientras cargaba a Aly
-no importa, pero podrías explicarme…- lo interrumpí bruscamente
-¡Como que no importa! ¡Es tu hermana!
-Ya está mejor, pero… dime que fue eso- pronuncio difícilmente mientras sujetaba el moño con rudeza
-Ahh… se le cayó a la niña y ellos lo encontraron, no puedo creer que seas tan celoso- respondí entre risas- ay mr. Celos
Los dos nos reímos mientras Aly seguía confundida, ella pensaba, como la mayoría, que había terminado con Andres.
-Ahora, si me disculpas, tengo que llevar a esta princesa a su casa- señalé a Alyssa tocándole la nariz

sábado, 1 de agosto de 2009

13.Solas

Los días pasaron rápidamente, me habían dado permiso para visitar a Aly así que el viernes empaqué maletas y fui a Querétaro.
Por desgracia Hall no pudo acompañarme, esta vez yo iría sola, tampoco Andrés estaba, se había ido de vacaciones a no sé dónde.
Iba a pasar todo el fin de semana encerrada en la casa de Meg, al menos podía llevar a Alyssa a algún lado.
Al legar me recibió Ian, me caía muy bien, en realidad lo consideraba, no como al típico padrastro maligno que siempre ponen en las películas, si no como un buen amigo de la familia.
Aly gritó de emoción en cuanto me vio, corrió hacia mí de tal forma que su cabello rubio parecía brillar bajo la leve luz del sol. Se veía tan adorable…
Tenía un plan raro, no tenía nada que hacer y este fin de semana sería el aniversario de Meg e Ian, había ahorrado lo suficiente para que se fueran el fin de semana a un hotel bonito cerca de la ciudad. Claro sin Aly, por eso yo me quedaría a cargo en la casa a cuidarla.
Yo sé que puedo ya soy lo suficientemente grande como para cuidar a mi hermanita- me decía una y otra vez en mi mente- además tengo un plan “b”, si no puedo sola me regreso a mi casa con todo y hermanita. No. No voy a necesitar un plan “b”, el plan “a” si va a funcionar!
Y así, guiada por mi terquedad, fue como despedí a Meg e Ian, quedándome completamente sola con una pequeña de dos años y medio.
No tenía ni idea de gustaba, pero tampoco podía preguntarle así nada más.
-Y bien… ¿Qué te gustaría que hiciéramos linda?
-adivina- era el colmo
-mmm… quieres jugar… ¿a las muñecas?
-Nop
-Ok, no, entonces… ¿quieres ver tele?
-Nopi
-¿quieres… que te peine?
-¡no!- chillo- quiedo ir al paque
-¿¿Al parque??
-Sí.
-¿Dónde está el parque Aly?
Me tomo de la mano y me llevo a la salida.
-¡hey!, tengo que ir por mis cosas primero
-¿Onde están?
- En el cuarto
Sin más Aly corrió al cuarto y trajo mi bolsa junto con mi suéter.
-Ahh, claro
Ya con mis cosas salimos de la casa, caminamos dos cuadras y encontramos un parque pequeño que solo tenía columpios, una casita y una rueda extraña con sillitas en la que se subían los niños y daban vueltas sin parar. De pequeña solía juagar mucho en ese juego, era mi favorito, lástima que ya no podía subirme. Me di cuenta de que Alyssa ya no estaba conmigo.
-¿Aly?, ¡Aly!- la busque desesperadamente con la mirada.
Ahí estaba, había corrido en dirección a los columpios.
-¡Alyssa! Me asustaste nena- me miraba con ojos tristes, con lágrimas asomándose en el borde de sus ojitos- ya no llores linda.- la abrace tiernamente mientras las lágrimas paraban.- es que… te quiero mucho, y me asuste…
-mi dedito…- y se echo a llorar otra vez
-¿tú dedo?- pregunte extrañada
Alzó su mano, enseñándome el dedo índice que en estos momentos se encontraba rojo
-Ay… mi vida!- exclame en cuanto me di cuenta de que se había machucado- ven vamos a casa.